14 sept 2015

Tarta Selva Negra

Buenos días,

Comienza el nuevo curso escolar, y para endulzar la vuelta al trajín con los niños y las extraescolares hasta horas intempestivas..., os traigo esta tarta deliciosa y con un poquito de chispa para ratos de paz y descanso.

El pasado sábado día 12 de septiembre, mi suegra, Conchi, cumplió 62 años. Aunque siempre hago yo las tartas para los cumpleaños, pensé que también es un buen regalo, no? 
Cuando haces una tarta para regalar, regalas tu tiempo, tu cariño a la hora de elegir el sabor, que los ingredientes sean lo más naturales posibles, pensar en los gustos de la persona a la que va dirigida... Pienso que es un magnífico regalo. Y yo puedo dar gracias porque siempre recibo agradecimiento y cariño en todas las que hago, por muy rústicas o sencillas que éstas puedan ser. 

Esta vez me apetecía una tarta con chocolate. Normalmente tiro más hacia las básicas porque es acierto seguro, pero mirando entre el recetario de repostería del libro de la Thermomix, dudé si hacer una Sacher (de la que ya tenéis la receta aquí), pero finalmente me gustó el aspecto de la Selva Negra por combinar cacao y nata y alcanzar una buena altura una vez montada. Ya la había preparado bastante tiempo atrás, pero no para un cumpleaños.

La Selva Negra es de origen alemán y debe su nombre a una zona geográfica del norte de Alemania que se caracteriza por la densidad de sus bosques. 

La receta que yo consulté, además de llevar entre sus ingredientes el famoso Kirsch (licor de cerezas silvestres del área de la Selva Negra en Alemania), también incorporaba cerezas, pero en este caso, al no ser temporada y no gustarnos el sabor de las cerezas confitadas que venden en los supermercados, opté por no ponerle y sustituirlas por una mermelada de frutos del bosque.

Por cierto, esta vez las fotos son mías... creo que se nota que no han sido tomadas por Edu..., pero monté la tarta un rato antes de irnos y no daba tiempo a montar el chiringuito para retratarla como Dios manda. 

Estoy contenta del resultado!!! A ver qué os parece a vosotros...


Por cierto, la masa la hice en la Thermomix, y la nata la monté con las varillas eléctricas, pero se puede hacer todo a mano, sólo que lleva algo más de tiempo y hacer brazos, ya que los huevos hay que blanquearlos y esponjarlos muy bien con el azúcar. Eso es garantía de que el bizcocho os quede esponjoso y suba bien.

Con las cantidades que indico, yo hice dos bizcochos iguales, ya que en el horno, esta masa no sube mucho y la tarta queda más bonita si tiene altura.

Ingredientes: (para tarta de 24 cm de diámetro. Aproximadamente 10 comensales) 

Para el bizcocho:
  • 6 huevos a temperatura ambiente (yo recomiendo los del número 1 ó del 0...)
  • 300 grs. de azúcar (yo lo uso integral de caña o panela)
  • 1 pellizco de sal marina
  • 200 grs. de mantequilla pomada (a temperatura ambiente)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla 
  • 200 grs. de harina (yo uso harina de espelta integral)
  • 80 grs. de cacao puro en polvo (sin azúcar-tipo Valor)
  • 1 sobre levadura química o impulsor (tipo Royal, aunque últimamente uso una de origen Bio que compro en una tienda especializada "Veritas", pero también los hay en herbolarios y tiendas de dietética y alimentación natural)
  • 80 grs. de Kirsch
Para el relleno y cobertura:
  • Mermelada de frutos del bosque o cerezas (si haces esta tarta en temporada de cerezas, deshuésalas y macéralas un par de horas en Kirsch para luego añadirlas al relleno de la tarta)
  • 600 grs. nata para montar muy fría (mín. 35% MG) (creo que con 500 grs. es más que suficiente, porque a mi me sobró nata montada que ahora tengo en el congelador)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 2 sobres de estabilizante de nata (opcional, pero ayuda a que se mantenga firme por más tiempo. Lo compro en supermercados Lidl o Aldi)
  • 100 grs. de azúcar glass u otro endulzante (tipo Sirope de Ágave, que es muy dulce, pero mucho más sano que el azúcar refinado
  • Virutas de chocolate negro para decorar
Preparación:
  1. Es importante dejar preparados todos los ingredientes antes de ponernos manos a la obra, así será más sencillo y no tendremos que perder tiempo durante la receta.
  2. Comenzamos con los bizcochos en Thermomix (TM 31): prepara dos moldes de 24 cm con papel sulfurizado para la base y mantequilla y harina para las paredes. (Si no dispones de dos moldes iguales, primero haces un bizcocho, y luego el otro... Tardarás más, pero te saldrán iguales. Lo que sí puedes hacer es preparar toda la masa de una vez y luego hacer mitad y mitad)
  3. Mezcla en un bol la harina, el cacao puro, el pellizco de sal y el impulsor (al usar harina integral, no acostumbro a tamizarla, pero si utilizas harina normal, tamiza todos los ingredientes para que no queden grumos y la mezcla se airee bien) Reserva.
  4. Coloca la mariposa en el vaso de la Thermomix. Añade los huevos junto al azúcar y la esencia de vainilla. Programa 5 minutos, 37º, Vel. 3 1/2. Una vez haya pasado el tiempo, vuelve a programar, sin temperatura, otros 4 minutos, Vel. 3
  5. Añade la mantequilla y la mezcla de harina y cacao que tenías reservada. Programa 4 segundos, Vel. 1. Saca la mariposa y acaba de mezclar con una lengua o espátula con movimientos envolventes para que no se baje la mezcla.
  6. Añade el licor Kirsch e intégralo a la mezcla con movimientos envolventes.
  7. Con el horno ya precalentado a 180º, reparte la mezcla a partes iguales en los moldes engrasados y hornea entre 25 ó 30 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo o cuchillo en el centro, éste salga limpio. Una vez horneados, saca a una rejilla y déjalos enfriar por completo (Cada horno es un mundo, ya lo sabes ¿verdad? En el mío, aunque tiene aire, preferí hacer los bizcochos uno a uno... Ya sé que tardo más, pero tengo la garantía de que los dos son iguales y controlo mejor la cocción... De todos modos, yo pongo calor abajo + aire; si el tuyo no tiene aire, pon calor abajo y la bandeja a media altura para evitar que se queme el bizcocho) TRUCO: Si no quieres hacerlo todo en el mismo día porque vas just@ de tiempo, prepara y hornea los bizcochos el día antes y los guardas en la nevera envueltos en plástico film para que no se sequen. Al día siguiente sólo tienes que montar la nata y hacer el montaje de la tarta.
  8. Relleno: Aunque también se puede montar nata con la Thermo, controlo mejor el proceso a mano o con unas varillas eléctricas, como fue el caso. En un bol, incorpora la nata bien fría junto a la esencia de vainilla y el estabilizante (si decides usarlo). Comienza a batir a baja potencia para que no salpique demasiado y cuando la mezcla comience a estar cremosa, añade el endulzante elegido y vuelve a mezclar a media potencia hasta que la textura sea de nata firme. (Ojo con pasarte!! la nata es muy puñetera, y cuando te quieres dar cuenta, pasas de tener nata montada a mantequilla... ¡¡¡Ni se te ocurra tirarla si te pasa eso...!!! te dejo este post de El Comidista para saber qué hacer con ella)
  9. Montaje: Coloca una de las bases de bizcocho en el plato o soporte que hayas elegido con la parte de abajo mirando hacia arriba (la más plana). Extiende la mermelada de frutos del bosque o cerezas por toda la superficie. Encima de ésta, extiende una capa generosa de nata montada y ralla unas virutas de chocolate negro por encima.
  10. Unta con la mermelada la otra base por la cara plana, y colócala encima de la anterior (quedará como un sandwich. Ésta última base, la que va arriba, no va al revés como la otra, sino que la forma más redondeada queda mirando hacia arriba, tal y como sale del molde... Aixx, espero explicarme bien porque no tengo fotos que ayuden a ilustrarlo mejor) 
  11. Pinta la parte superior del bizcocho con más mermelada y finalmente cubre la tarta con nata. Procura que los laterales de la tarta también queden cubiertos por la nata, y que la parte superior sea generosa con ella para darle volumen y gracia. 
  12. Por último, ralla más virutas de chocolate negro por encima y guarda en la nevera para que la nata se mantenga bien firme.
  13. Si le pones cerezas, entre los pasos 9 y 10, es cuando hay que ponerlas entre los bizcochos para que aparezcan mezcladas con la nata.




Sin ser muy complicada, el resultado es bonito y el sabor es extraordinario. Además me permite darle un acabado rústico, ya que me gustan más las tartas con un aspecto artesanal.
Aunque el corte no se vea, os aseguro que quedó precioso y salieron unos trozos bien completos. 

Como siempre, te animo a que la hagas y me cuentes qué te ha parecido o qué toque personal le darías tú.

Muchas gracias por tu tiempo y un abrazo grande!!!

Hasta la próxima!!!!